Saludos!
El día de hoy, encontrándome de visita en la comunidad Lasallista del Salto, P.N. Durango, México, han recordado con mucho respeto, la memoria de un joven voluntario Lasallista, el cual, en el 2007, encontrándose en actividad de Misiones (espacio de catequesis y evangelización durante la semana Santa), partió a la casa de Dios.
Y porque considero importante, el testimonio de este joven, me permito reproducir un mensaje que los jóvenes voluntarios lasallistas actuales, presentaron hace unos momentos en oración de Carlos Javier Méndez Flores (RIP):
El día de hoy, encontrándome de visita en la comunidad Lasallista del Salto, P.N. Durango, México, han recordado con mucho respeto, la memoria de un joven voluntario Lasallista, el cual, en el 2007, encontrándose en actividad de Misiones (espacio de catequesis y evangelización durante la semana Santa), partió a la casa de Dios.
Y porque considero importante, el testimonio de este joven, me permito reproducir un mensaje que los jóvenes voluntarios lasallistas actuales, presentaron hace unos momentos en oración de Carlos Javier Méndez Flores (RIP):
Cuando decidí venir a El Salto, no sabía cuál era mi concepción del voluntariado, mi única experiencia eran las misiones, sin embargo, llegué a descubrir un lugar que no imaginaba.
Empezamos el año con un mes en casa, en donde recibimos clases y vivimos en comunidad, esa fue, creo yo, la más difícil experiencia, creo que el vivir con tantas personas no es fácil y que el tiempo de adaptación depende de cada quien, en mí, tomó mucho. Aparte de mi soledad, yo añoraba muchas cosas y empecé a refugiarme en la oración, poco a poco las cosas se fueron dando… y las misiones comenzaron. La diferencia de estas misiones es que te dejan una enseñanza distinta, profunda y para toda la vida.
He vivido tantas misiones increíbles y me he convertido de tantas maneras que ya no soy, el que llegó aquí, un día asustado ante lo desconocido. He vivido tantas misiones increíbles y me he convertido de tantas maneras que ya no soy, el que llegó aquí un día asustado ante lo desconocido.
Esta cosa te somete a vivencias y sensaciones que no puedes sentir en otros lugares; tus pensamientos inestables, a veces elevados, a veces destruidos… tu espíritu es un altibajo de emociones y aquí liberas muchos problemas que no sabías que pudieras tener y lo más importante es que lo que hagamos tiene un enfoque hacia Dios.
Somos jóvenes comunes viviendo una vida semejante a la de un religioso.
Aquí el crecimiento depende mucho de las personas y aprende que ninguna mejoría viene sin un poco de sacrificio.
He visto la vida desde otra perspectiva y se ha ampliado mi visión del mundo, he purificado mi mente y he abierto mi corazón.
Esta experiencia me ha llenado de alegría y me atrevería a decir que de "gracia".
Sin embargo, este es un camino, un paso, la dirección que tomaremos depende mucho de lo que hagamos aquí.
Mi vida tomó un nuevo sentido y todo lo que tenía planeado se pone en interrogación, nada es lo que parecía, sino más bello.
Empiezo a ver cada momento de alegría, atesorarlo y afrontar con valentía las luchas internas, los problemas de esta tierra; porque todo camino que se inicia con Jesús, aunque sea el más espinoso, tendrá una hermosa luz, un grandioso final.
Carlos Javier Méndez Flores (RIP)
Que el testimonio de vida de Carlos Javier, siga siendo un testimonio de vida para todos nosotros que nos animamos a vivir la experiencia de Misiones, no para dar de lo que nos sobra, sino para dar lo mejor de nosotros mismos.