Interacción en el acompañamiento de jóvenes que inician procesos de discernimiento vocacional
Investigando un poco sobre la definición de
la palabra diálogo, encontré un concepto que da el Profr. Gonzalo Gamio que
llama la atención, porque se articula bastante con el trabajo de la Pastoral
Vocacional.
Diálogos es un término griego que a
menudo se traduce como “conversación” o “discusión”. Proviene de las voces diá
(a través de), y lógos (discurso, lenguaje, razón, entre otros sentidos). No
alude a “dos” tal y como se cree cotidianamente. Se trata de una forma básica
de actividad humana en la que la razón es protagonista. Con ella se trata de
arribar a acuerdos de diferente naturaleza, o, en todo caso, si los acuerdos no
llegan a lograrse, ella nos permite comprender
y evaluar el carácter y los alcances de nuestros desacuerdos; de este modo,
el diálogo convierte estas situaciones de inevitable discrepancia en
provechosas y aleccionadoras para quienes participan en él.
Cuando el propósito del diálogo es
la verdad, lo describimos como una “investigación”. Cuando el objetivo trazado
es elegir conscientemente un curso de acción que consideramos valioso o
correcto en el diseño de un proyecto de vida, lo describimos como
“deliberación”. Cuando la meta establecida es construir alguna forma de arreglo
social basado en la convergencia legítima de intereses particulares hablamos de
“negociación”. Todas estas formas de interacción comunicativa son expresiones
de diálogo; cuando se llevan a cabo sin distorsión, están animadas por el
ejercicio del lógos. La práctica del
diálogo se contrapone al mero uso de la fuerza (Gamio Gehri, 2012).
¿Por qué he decidido iniciar esta reflexión
con una definición del concepto diálogo? En las visitas a las comunidades del
Distrito, algunos Hermanos y maestros involucrados en la dinámica de la
Pastoral Vocacional, me han solicitado algunas pistas u orientaciones sobre
cómo interactuar o por dónde iniciar el diálogo para con aquellos jóvenes que
han iniciado procesos de discernimiento vocacional. De entrada les comento que
no hay una receta secreta ni mágica, sin embargo, en mi sencilla opinión,
comparto algunas consideraciones que quizá puedan ser de ayuda, sobre todo para
aquellos que aún siguen buscando orientaciones para el diálogo con los jóvenes
que están viviendo procesos de discernimiento vocacional. Recomiendo tener en
cuenta el concepto de diálogo citado al inicio de esta reflexión.
Al iniciar un diálogo con una persona y más
si es de tipo vocacional, es recomendable hacer la pregunta de si está en
disposición de poder entablar una conversación ¿por qué esta recomendación?
Porque en ocasiones me ha sucedido que inconscientemente, inicio el diálogo con
un joven y acaba más bien siendo una mera entrevista, reduciéndose a meramente preguntas
y respuestas en las cuales, en algunas ocasiones se llega a un sin sentido en
la reflexión del proceso de discernimiento vocacional. Sin embargo, cuando se
inicia el diálogo, preguntándole al joven, si está en disposición de conversar,
entonces se da un ambiente de confianza; quizá esa confianza sea incipiente, sin embargo, es más que
suficiente para poder estar ambos en la misma sintonía, porque está basada en
la libertad.
Recordemos que nos encontramos en un momento de
conocimiento de la persona…
Por lo general, cuando se inicia el diálogo
con una persona por primera vez, es recomendable pedirle que haga un relato del
entorno familiar y de la valoración que tiene sobre la misma, de tal modo, que
dependiendo del nivel de confianza que se haya logrado con la persona, será
ella misma quien vaya marcando la pauta en este y otros apartados como se
menciona más adelante.
Si algo no llegáramos a entender algún aspecto en la
conversación que se lleva a cabo con la persona, sería bueno comentarle de modo
sencillo y con respeto si es posible
que explique mejor aquel punto en donde no se entendió el comentario.
Es importante en este primer momento de diálogo, hacer
a un lado los prejuicios y juicios hacia la persona que estamos escuchando,
recordemos que estamos en un proceso de ir avivando la confianza, de tal modo
que si hacemos un esfuerzo, daremos cabida a la apertura, de lo contrario, quizá se
llegue a crear una barrera o que incluso la persona se bloquee en el diálogo
con nosotros. Quizá no nos resulte fácil y sencillo a la primera, hacer aun
lado los prejuicios, sin embargo, también hay que saber pedirle al Espíritu
Santo, que nos dé la sabiduría, para poder hacer una buena labor y así, tener
las palabras acertadas para con la persona que acompañamos.
Posteriormente, se pueden atender los aspectos
académicos, de amigos(as), de servicio, de aficiones (cultural, deportiva,
recreativa), de vida espiritual (relación con Dios) para terminar con el tema
de la vocación, procurando dejar que la persona que acompañamos marque la
pauta, hay que recordar que se está iniciando el proceso de confianza entre ambas partes; y
no es por menosprecio, dejar el tema de la vocación al final, sino más bien, es
para que uno como acompañante, pueda tener en este momento, mejores luces sobre
el tema de la vocación de la persona y se pueda lograr una reflexión
en mayor profundidad, de tal modo que ahora, se tendrán
más elementos sobre los escenarios que son los círculos de influencia de la
persona que se encuentra en un proceso de discernimiento vocacional.
Cabe mencionar, que conforme se vaya dando el diálogo,
vamos a ir armando el rompecabezas del conocimiento de la persona que
acompañamos, de tal modo que según nuestra percepción, podemos ir haciendo una valoración de la
misma, quizá sea aún parcial, sin embargo, es un inicio en este caminar del
proceso de discernimiento.
Estando en este nivel del diálogo
vocacional, es cuando se puede plantear a la persona su reflexión en torno al
tipo de vocación sobre el cual quiere reflexionar, recordemos que existen tres
niveles de vocación: laical, sacerdotal y religiosa (Sacerdotes Operarios, 2010). De tal modo
que dependiendo del tipo de vocación que la persona desee dialogar, será el
modo como procederemos a acompañarle.
Al respecto, los Sacerdotes Operarios (Animación
Vocacional) nos mencionan: Hay que tener presente, que cuando hay conciencia de
la vocación específica, la vocación es interpretada desde lo que le corresponde
vivir a cada uno según la elección de vida que ha hecho, ejemplo:
sacerdote-arquitecto, religioso-arquitecto y laico-arquitecto. Cada uno
ejercerá la misma profesión, sin embargo, cada uno lo vivirá con un determinado
punto de vista, con una determinada finalidad y con un propio carisma. El
sacerdote lo hará cuando esté edificando su comunidad parroquial, el religioso
desde la radicalidad evangélica y el laico desde su identidad secular.
Es posible que más de algún lector
cuestione: Oye ¿no se supone que es un diálogo hacia la vida Consagrada? Un servidor responde: Es
ahí en donde está el pequeño gran detalle, caemos en una suposición, lo cual,
puede llevarnos a no ser acertados ni estratégicos en la forma en que
acompañemos a la persona, de tal modo que si no hay claridad en lo que la
persona desea reflexionar, menos resonancia tendrá lo que vayamos haciendo o
realizando en torno a la persona.
Es por ello que será aquí en donde entren
en combinación la percepción
y la valoración
de la vocación, a partir de lo que se ha escuchado a la
persona, y donde este último aspecto de la valoración de la vocación tiene que lograrse estando las dos partes de acuerdo en la reflexión y en la decisión
que se desea abordar.
Dependiendo de la profundidad del diálogo,
estos aspectos se pueden abordar a lo mucho en dos sesiones de diálogo con las
personas, para dar paso a la reflexión en torno a la vocación, escuchando lo que la persona nos desea expresar
y no tanto lo que nosotros queremos que la persona nos diga (Consideraciones
para promover la Cultura Vocacional (Balán, 2013)). Sin
embargo, ese será tema para otra futura (espero) reflexión, si me lo permiten,
porque ya le tengo que cortar, para no aburrirles.
Y les comparto una imagen-reflexión:
Fraternalmente, unidos en De La Salle,
Javier Balán, fsc
Bibliografía
Balán,
J. (2013, Enero 18). Consideraciones para promover la cultura vocacional.
Retrieved Febrero 27, 2013, from Blog de Javier Balán, fsc:
http://javierbalan.blogspot.mx/2013/01/consideraciones-para-promover-la.html
Gamio Gehri, G. (2012, Septiembre 14). Reflexiones sobre
el concepto de diálogo. Retrieved Febrero 25, 2013, from Política y mundo
ordinario, boquejos Postliberales:
http://gonzalogamio.blogspot.mx/2012/09/reflexiones-sobre-el-concepto-de-dialogo.html
Sacerdotes Operarios. (2010). El maestro como animador
vocacional - Dimensión vocacional de la enseñanza. México, D. F.:
Servicios de Animación Vocacional Sol.